Hace unos meses, estaba en una reunión en la UDC “La Universidad de A Coruña” hablando informalmente con profesores y especialistas sobre arte y restauración y cómo se podían hacer algunos trabajos. Después de proponer algunas posibles soluciones, al día siguiente me llamaron para ayudarme con un trabajo complicado y casi imposible. Así que tuve el placer de trabajar en un proyecto que consistía en estudiar y preparar un informe para la restauración de una obra de “Lluïsa Botet i Mundi” del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Lo que me pedían era encontrar soluciones de color a partir de una antigua fotografía en blanco y negro de la propia obra, teniendo en cuenta que faltaban partes del lienzo como se ve en el cuadro.
Fue un trabajo interesante porque dado el estado del cuadro y la baja calidad técnica de la fotografía, parecía imposible hacer algo con esos elementos. El resultado final (que no puedo publicar) se obtuvo con una combinación de software tradicional, lógica colorimétrica e investigación con obras similares de la época, partiendo del origen del artista y sobre todo del tipo y ornamentación de los trajes. En ese momento, no tenía acceso a todas las aplicaciones de IA (Inteligencia Artificial) que están surgiendo ahora, así que tuve que usar una IA un poco rústica, pero creo que el resultado fue bastante bueno teniendo en cuenta el tiempo limitado que me dieron para realizarlo.
Lo importante de este artículo no es tanto el trabajo realizado sino cómo la IA puede ayudar a recuperar obras que son prácticamente imposibles de recuperar con técnicas tradicionales en el futuro. En estos casos, no habría impacto en el empleo porque se trataría de una herramienta de apoyo y no de sustitución. Estoy convencido de que el trabajo manual de esta naturaleza no puede ni debe ser sustituido por las IA. También quiero contarles que con mi empresa VR, ECLOX creamos contenido y siempre necesitamos encontrar soluciones para trabajar con nuestros clientes y siempre conseguimos el mejor resultado
